Egipto, tierra de faraones y pirámides, es también la cuna de una de las mitologías más ricas y complejas de la antigüedad.
Como amantes de la danza oriental, creo que es un tema muy interesante que debemos conocer. Voy a dedicar algunos artículos en mi blog para conocer más a fondo a sus dioses más importantes. De momento, hoy haremos una breve introducción a la mitología para situarnos.
Mitología egipcia
Estas creencias de la religión del Antiguo Egipto perduraron más de 3000 años, desde la época predinástica hasta la imposición del cristianismo. Fue concretamente en el año 535 cuando Justiniano I prohibió sus prácticas.
Es un sistema complejo de creencias que reflejan los valores y la visión de los habitantes de las orillas del Nilo durante tres milenios. Para ellos, los dioses jugaban un papel crucial en todo, eran los responsables de mantener el equilibrio entre el orden y el caos.
La mayoría de las deidades son representadas con cuerpo humano y cabeza de distintos animales, haciendo muy distinta la mitología egipcia de la griega o la romana.
Cada uno de estos dioses simbolizan aspectos de la naturaleza, ciclos de la vida e incluso el destino. En la época predinástica divinizaron los fenómenos naturales que no comprendían o que les causaba temor; como la vida, la muerte, el nacimiento y la fertilidad.
Representación
Les dieron forma humana fusionada con rasgos animales, por ejemplo: el halcón para el dios Horus, Anubis es el cocodrilo del Nilo, Hathor, la vaca y Anubis, el chacal, entre otros. Esta manera de representar a sus dioses refleja la relación de los egipcios con la naturaleza y su entorno.
Para los antiguos egipcios todo comienza con la creación del mundo y el universo a partir del caos y la oscuridad. Todo era una infinita masa de agua oscura sin forma ni propósito, a la que llamaron Nun.
El origen
En la cosmología egipcia, el universo comenzó en las aguas primordiales de Nun, de donde emergió la primera tierra y el dios creador. Esa primera tierra, era una colina llamada Ben-Ben y el gran dios era Ra.
Ra creó el sol y dijo: “Al amanecer me llamo Khepri , al mediodía Ra y al atardecer Atum”.
Ra, al ver que estaba completamente solo, se emparejó con su propia sombra a través de la magia para tener dos hijos: Shu, dios del aire y Tefnut, diosa de la humedad. Shu aportó los principios de la vida y Tefnut, los del orden.
Dejaron a su padre en el Ben-Ben y establecieron el mundo. Al tiempo, Ra se preocupó al no saber nada de sus hijos, así que se quitó un ojo y lo envió en busca de Shu y Tefnut. Regresaron con el ojo a buscar a su padre y éste lloró de alegría al volver a ver sanos a sus hijos. Sus lágrimas, que cayeron sobre la tierra fértil de Ben-Ben, hicieron surgir a los hombres y mujeres.
No tenían donde vivir, así que los hermanos Shu y Tefnut tuvieron dos hijos: Geb, la tierra y Nut, el cielo. Geb y Nut, aunque eran también hermanos, se enamoraron y eran inseparables. Ra, que descubrió su relación, les separó. Mandó a Nut lejos de Geb, en lo alto del cielo, así se podrían ver, pero nunca tocarse.
Para ese momento, Nut ya estaba embarazada y dio a luz a Osiris, Isis, Seth y Neftis. Y poco a poco, surgieron el resto de deidades.
Función de los dioses
La vida de los antiguos egipcios giraba en torno a sus dioses. Les atribuían el mérito si tenían buenas cosechas y también el castigo ante catástrofes naturales.
Honraban y veneraban a sus dioses en multitud de templos construidos por todo el país. Siempre había sacerdotes y sacerdotisas encargados de realizar rituales para suplicar su favor.
Servían para explicar muchas cosas que no comprendían, como los fenómenos naturales y también les ofrecían consuelo y guía en la vida y en la muerte.
La muerte
La muerte es muy importante en la mitología egipcia. La muerte no se consideraba el final, sino una puerta para una existencia en el más allá. Creían en la inmortalidad del alma, a la que llegarían si pasaban con éxito un complejo juicio.
Solo las personas justas tendrían asegurada la vida eterna.
Conclusión
A través de la mitología podemos conocer la profundidad espiritual de los antiguos egipcios y maravillarnos con la rica narrativa para explicar la creación del universo y de las personas, del orden, la justicia, la vida y la vida eterna tras la muerte.