
En el post anterior puedes leer la introducción a la mitología egipcia, una de las más fascinantes. Hoy, quiero centrarme en Ra, el primer dios y uno de los más importantes para los antiguos egipcios.
Resumen
Quién es Ra
Ra es el dios del sol y el origen de toda vida. Es el símbolo de la luz solar del mediodía, cuando está en su máximo esplendor.
Como es uno de los dioses más antiguos y poderosos, se considera que es el creador del mundo. Representa la luz y el orden en contraste con el caos y las tinieblas. Incluso muchos mitos lo consideran padre de otros dioses.
Ra rige todas las partes del mundo creado: la tierra, el cielo y el inframundo.
Evolución
Para el año 2400 a.C. Ra se consideraba el dios oficial de los faraones. Creían que había gobernado como el primer faraón del Antiguo Egipto, así que los faraones daban por hecho que eran descendientes e incluso, nuevas encarnaciones.
Después, durante la Dinastía V, fue elevado a deidad nacional y después se le vinculó al dios tebano Amón. Así se convirtió en Amón-Ra.
El papel de Ra en la cosmología egipcia
Ra representaba el poder del sol y también se creía que era el propio sol. Imaginaban que el sol era el dios Ra recorriendo el cielo en su barca solar durante el día y que al atardecer, descendía al inframundo.
Durante la noche libraba una batalla contra una serpiente demoníaca llamada Apofis, que representaba el caos y la destrucción. Ra debía vencer a la serpiente para asegurar el amanecer a la mañana siguiente.
Representación e iconografía de Ra
La representación del dios Ra tiene cuerpo humano y cabeza de halcón lancero o peregrino, con un disco solar encima, que simboliza su poder y naturaleza divina. El disco suele aparecer rodeado de una cobra, señal de protección y del poder destructivo.
En algunos relatos, Ra también es visto como un anciano que envejece con el paso del tiempo, lo cual refleja el ciclo natural de vida, muerte y renacimiento que los egipcios veneraban.
Ra en los mitos egipcios
Ra se creó a sí mismo en la primera isla que surgió de las aguas primordiales de Nun.
Tenía el poder de hacer lo que quisiera y de cambiar de forma. Creó el sol y se dio tres nombres según el momento del día: al amanecer Khepri, a mediodía Ra y en el ocaso Atum. Y así apareció iluminando el cielo por primera vez.
Ra creó a Shu y a Tefnut, que representan el viento y el agua, la lluvia. Éstos tuvieron dos hijos, Geb, la tierra y Nut, el cielo.
Más tarde fue creando todo lo que consideraba útil, como, por ejemplo, el río Nilo y a las personas.
Como podía adoptar la forma que quisiera, se convirtió en hombre y fue así el primer faraón de Egipto.
En resumen, se consideraba a Ra como el origen de toda existencia, con un poder infinito y absoluto.