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Patricia Beltrán

Profesora de danza

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Qué es la memoria del cuerpo o muscular y cómo usarla a tu favor

La teoría de la memoria celular afirma que las células -independientemente del cerebro- pueden almacenar memorias sobre experiencias, hábitos u otros aspectos característicos de la identidad de cada persona. Hay una parte adquirida, que se va sumando conforme tenemos experiencias y otra parte genética, que ya viene impresa con nosotros al nacer.

Y es que el cuerpo es como una tarjeta sim en el teléfono, almacena una cantidad ingente de información en poco espacio físico.

Si nuestro cuerpo es capaz de almacenar experiencias, imagina lo que hace con posturas y gestos que repetimos constantemente. A esto se le llama memoria del cuerpo o memoria muscular.

El proceso de grabar información continúa siempre; las cosas que repetimos un número suficiente de veces se va guardando. Cuantas más veces lo repetimos, más hondo se graba y más difícil es sustituirlo. Se hacen automáticas y ya no necesitamos estar conscientes para poder hacerlas. 

Nuestros hábitos nos van definiendo y se convierten en información que cala hondo. Siempre nos sentamos en el sofá de la misma forma, nos agachamos a recoger algo del suelo con los mismos movimientos, etc. Incluso, me he dado cuenta que, al lavarme los dientes, hago exactamente los mismos movimientos salvo que sea consciente y los cambie, pero tengo que concentrarme mucho porque si no, mi mano repite los mismos gestos exactos. Y es que 3 veces al día durante muchos años, son muchas veces.

Estos hábitos que están tan arraigados son muy difíciles de cambiar. Prueba a cortar el pan con la otra mano, a ponerte los calcetines empezando por el otro pie, y verás que tienes que estar muy consciente para hacerlo de la nueva forma. Y sería un gesto muy sencillo, pero tenemos grabada a fuego una manera de hacer estas cosas.

Ocurre exactamente lo mismo cuando bailamos. El saber todo esto a mí me da muchas pistas de cómo utilizarlo a mi favor. Seguro que mientras ibas leyendo se te han ocurrido ideas sobre cómo usar todo esto.

Memoria muscular en la danza oriental

Ya sabemos que las posturas que repetimos, se van grabando en el cuerpo. De forma que, si cuando practicamos algo de cadera, tenemos la costumbre de dejar los brazos abandonados, esa posición de brazos se va haciendo más habitual y se va grabando.

Cuanto más repetimos una postura, más se graba y nos sale más natural.

En mis clases de iniciación tengo mucho cuidado con todo esto. Todos los movimientos que enseño los hacemos con brazos desde el primer día. Aunque sea algo muy sencillo, o, aunque solo estén en la posición básica. Pero bien colocados.

Cuando empecé a dar clase, cometía el error de centrarme en la cadera y dejaba que las chicas dejaran los brazos al margen, pensando que así se podrían concentrar mejor en la cadera y conseguirían hacer el paso antes. Pero el problema venía después, al intentar ponerle brazos, que costaba mucho.

Y es que habían grabado el ocho o el camello con los brazos caídos, y había que “re-grabar” de nuevo la información, ocho o camello más brazos en posición básica, por ejemplo.

En seguida me di cuenta que es mejor ir un poco más despacio, pero grabar la posición completa del cuerpo. Dedico un poco más de tiempo a cada paso porque cuesta más hacer todo, pero merece la pena.

3 formas de aplicarlo a la danza

Vamos a la práctica, ¿qué puedes hacer desde ya para usar la memoria del cuerpo a tu favor? Te doy 3 ideas:

1️. Siempre que ensayes, coloca tus brazos y tu cuerpo completo bien.

No dejes nunca los brazos caídos para centrarte en la cadera. Aunque no los muevas, pero que estén en la posición básica bien puestos. Lo mismo con el resto del cuerpo, si estás en relevé, que estén los talones bien altos, que las rodillas estén relajadas, etc. Todo lo referente a la colocación correcta del cuerpo.

No descuides ni una parte de tu cuerpo, y mientras practicas, chequea de vez en cuando que todo está en su sitio.

2. Adopta la posición correcta de cadera y columna en tu vida cotidiana.

No solo para bailar, la postura correcta para bailar danza oriental es perfecta y muy saludable para el día a día.

Cadera encajada, espalda recta, costillas ligeramente levantadas, hombros un poco atrás y abajo, etc. Si te acostumbras a caminar así tu cuerpo lo agradecerá y tendrás una postura más elegante andando –y bailando-.

3️. Si hay alguna pose que te resulta complicada, voy a enseñarte cómo grabarla.

Practica de la siguiente manera: mírate en el espejo hasta conseguir la pose exacta que quieres y cierra así los ojos. Trata de sentir exactamente cómo está tu cuerpo en esa postura y mantenla durante unos 30 segundos para ir grabando.

Abre tus ojos y comprueba que sigue cada parte en su sitio. Relaja unos segundos y vuelve a repetir. Verás que cada vez te resulta más fácil volver a la postura exacta. Y con un poco de práctica verás que dentro de la coreografía llegar a esa pose te resulta más fácil hasta que no te cueste nada de esfuerzo.

Cuéntame, ¿conocías la memoria muscular? ¿se te ocurren más formas de aplicarla a la danza oriental?

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