Bailarina, en la danza oriental, como todo en la vida, los detalles son muy importantes.
Y este detalle del que quiero hablarte hoy son los pies.
Si me conoces un poco sabrás que soy perfeccionista y que tengo especial manía con los pies. Lo que ocurre es que muchas veces veo sobre el escenario una bailarina con buena técnica, con movimientos bien ejecutados y de pronto pies que hacen movimientos involuntarios que estropean el conjunto.
Porque cuando llaman la atención los pies, debe ser porque estamos haciendo algo bonito con ellos, porque forma parte de ese paso. Pero si es que se mueven en exceso porque no los controlamos, entonces juegan en contra.
Voy a contarte mis conclusiones y mi manera de trabajar esta parte tan importante del cuerpo.
Vamos a dividirlo en dos casos distintos.
Resumen
Los pies son protagonistas del paso
Entonces enséñalos bien. Lo que hay que tener en cuenta es que debes colocarlos perfectamente, es decir, estira bien el empeine para que se vea elegante y bonito.
Los pasos en los que los pies deben ser protagonistas serían, por ejemplo:
- Drop con patada.
- Arabesco clásico.
- Twist con elevación de pierna.
- Saltito levantando pie detrás.
Hasta aquí perfecto, los pies se levantan del suelo por el paso y sencillamente cuidamos que estén bien colocados.
Los pies no son protagonistas del paso
Aquí es donde está el peligro del que te hablo. Creo que hay dos movimientos con especial tendencia a que se descontrolen.
El primero es el twist desplazado en relevé. Al pisar con el pie de atrás, el de delante tiende a levantarse del suelo y además girarse doblando la rodilla. Es algo normal cuando se aprende este movimiento. Creo que parece que así la cadera se mueve más, o que resulta más fácil mover la cadera en el eje sagital.
Evítalo practicando de forma muy consciente dejando el pie lo más pegado al suelo que puedas sin que se levante o se gire.
Lo que ocurre cuando no cuidamos esto es que el pie y la rodilla se mueven más que la cadera y los ojos del público van a donde no queremos. Si es un twist de cadera, a donde queremos que miren es a la cadera.
Nosotras somos dueñas de resaltar la parte del cuerpo donde hay que mirar, donde está lo interesante.
El segundo son los verticales desde atrás, desde el centro, bajando desde la columna o desde un lado atrás. Este paso se suele acompañar de shimmy y muchas veces se hace de perfil o mientras giramos para que se aprecie bien.
Es un paso especialmente complicado y se tarda mucho tiempo en dominar el cuerpo para bajar desde esa parte de la cadera. Si además hay que hacer shimmy cada vez que pisa el pie de atrás, ya ni te cuento.
El problema con este es que el pie de atrás muchas veces se levanta, como para coger impulso. O puede que alguna lo haya aprendido así, como decoración.
Solo por lógica, ¿no crees que es mucho más inteligente que solo resalte la cadera? Si después de infinitas horas de ensayo nos miran al pie, creo que es mejor elegir otro paso más sencillo donde sí que el pie requiera atención.
Para mi este paso claramente es un ejemplo donde hay que llevar los pies rozando el suelo y mostrar el paso con la cadera, punto. Sin más decoraciones.
Hay más pasos donde hay que tener cuidado, pero creo que con esto captas la idea perfectamente, ¿verdad?
Consejo extra
Con la misma idea de que no haya partes del cuerpo que se muevan de forma involuntaria y que ensucien el conjunto, te aconsejo que bailes con tus manos quietas salvo que sean protagonistas.
No hay que mover las manos haciendo círculos constantemente. A mí en particular me desagrada mucho. Cuando la bailarina mueve todo el rato las manos me pongo nerviosa y si es un vídeo lo quito porque no lo soporto. Se me va la vista a las manos y no puedo ver nada más.
Conclusión
En resumen, mi norma con los pies (y las manos) sería que solo resalten cuando de verdad sean protagonistas y que el resto del tiempo sean discretos, dejando ver el movimiento sin distraer.
Recuerda siempre que los detalles son lo más importante.