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Patricia Beltrán

Profesora de danza

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Cómo dirigir la mirada del público – Parte 2/2

En la parte 1 hablamos de cómo la mirada del público es cosa nuestra y de cómo podemos dirigirla hacia donde nos interese.

Aquí puedes leer la parte 1/2, donde me centré en el primer recurso, nuestra cara y ojos.

Recursos en la danza oriental: los brazos

Los brazos son el segundo recurso para dirigir la mirada del público.

La función de los brazos bailando danza oriental es hacer de marco. Salvo cuando son protagonistas, que entonces el resto del cuerpo debe parar y dedicarnos a mover brazos y manos.

Pero si estamos bailando, la mayoría del tiempo son marco del movimiento que estemos haciendo y su función es dirigir la mirada a la parte que estamos moviendo.

Por ejemplo, la idea se entiende muy bien para el drop con cadera. Si con los brazos hacemos una L, con uno arriba y uno al lado, se da por hecho que lo interesante va a estar en la cadera del brazo que está al lado. El brazo de arriba puede estar también doblado con la mano en la nuca.

Lo importante es que si estás haciendo un drop con la cadera izquierda tu brazo izquierdo esté al lado.

Con los ochos verticales desplazados pasa lo mismo. Imagina un cuarto ocho o maya desplazado a la derecha. La cadera derecha va dibujando círculos mientras nos desplazamos a la derecha. El brazo derecho debe ir extendido al lado para que acompañe bien y el conjunto sea coherente.

Pero, ¿qué ocurre con el tercer ocho? En este caso, si vamos desplazándonos a la derecha es la cadera izquierda la que vamos moviendo con círculos. Entonces viene la pregunta del millón. ¿Qué brazo saco al lado, el izquierdo porque muevo esa cadera o el derecho porque me desplazo hacia ese lado?

Esta pregunta es realmente interesante.

Mira, cuando empecé a bailar, me enseñaron que la norma con los brazos es extender el del lado al que vas, tipo intermitente.

Pero con los años descubrí que no funciona para el 100% de los casos esta norma. Y el tercer ocho desplazado es una excepción que rompe la norma.

Lo que descubrí tras mucho probar es que la norma en realidad no está bien planteada y que hay una más general que sí encaja en el 100% de los casos.

Y es que extendamos el brazo del lado del cuerpo que está trabajando. No la dirección en la que avanzo. Y en caso de que el movimiento esté centrado, como pueden ser los camellos, entonces hay que extender el brazo al lado del pie que pisa a tiempo con la música.

Esto sí te va a servir siempre y todo lo que bailes se va a ver muy coherente. La coherencia es muy importante.

Movimientos centrados

¿Qué ocurre si el movimiento está centrado? Si en el sitio queremos hacer círculos africanos, verticales, ondulaciones de columna, por ejemplo.

Entonces, queremos que el público mire nuestra cadera o tronco. Por tanto, no dejaremos un brazo al lado y otro arriba, sino que buscaremos un marco de brazos simétrico que no desvíe la atención a los lados.

Una opción es con los dos brazos extendidos en la posición básica, pero funcionan aún mejor estas dos siguientes.

Por un lado, subir los brazos y juntar las manos encima de la cabeza o poner la yema de los dedos en la nuca.

Y por otro, bajar los brazos y colocar las manos mirando a la cadera, un poco separadas. Esto enmarca la cadera perfectamente.

Si es algo muy centrado en la cadera, como africanos y ochos verticales, esta última haciendo marco a la cadera es perfecta.

Si en los movimientos vas a usar algo de torso, mejor que los brazos estén a los lados o arriba.

Espero que te hayan servido estos trucos y consejos, que puede que nunca te hayas planteado antes. Cuéntame en comentarios, ¿conocías estas funciones de los brazos? ¿qué te ha parecido? Te leo.

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