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Patricia Beltrán

Profesora de danza

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Dioses egipcios – Horus, dios del cielo y la realeza divina

Introducción

Horus es uno de los dioses más importantes del panteón egipcio. Su imagen, representada con la cabeza de un halcón, simboliza el poder celestial y la soberanía real.

Es hijo de Isis y Osiris, por tanto, es el heredero legítimo del trono de Egipto y el eterno rival de Seth, el dios del caos, que es su tío y asesino de su padre.

Su historia de lucha y victoria es clave en la justificación divina del poder faraónico, pues cada faraón se consideraba la encarnación de Horus en la Tierra.

Origen

Horus es hijo de Osiris e Isis, pero fue concebido de forma muy extraña.

Seth, que era hermano de Isis y de Osiris, mata a Osiris por envidia, ya que gobierna con mucha rectitud y es respetado y querido por el pueblo.

Además de matarlo, parte su cuerpo en 14 partes que esparce por todo Egipto.

Isis, con ayuda de su hermana Neftis, busca y localiza cada parte de su esposo para tratar de revivirlo con ayuda de la magia. Pide ayuda a Anubis, dios de la momificación, para unir el cuerpo y tratar de resucitarlo.

Había un problema. Tenían las 14 partes del cuerpo, pero faltaba el pene. Parece ser que un pez en el río lo había devorado, así que Isis lo sustituyó con uno de barro.

Consiguen resucitar a Osiris solo momentáneamente, luego sigue con vida, pero en el inframundo. En ese momento que Osiris resucita, Isis se transforma en un milano y bate sus alas sobre el cuerpo de Osiris, que con el pene erecto de barro la fecundó.

Desde que Horus nace, está destinado a vengar a su padre y reclamar el trono de Egipto, usurpado por Seth, su tío.

Representación

Hay dos formas principales de representar a Horus:

Como hombre con cabeza de halcón, doble corona roja y blanca del Alto y Bajo Egipto, que simboliza su autoridad como rey divino.

Como halcón, encarnando su conexión con el cielo y su papel como protector del faraón.

También se le asocia con el famoso Ojo de Horus (Udjat), un poderoso símbolo de protección, sanación y visión divina.

Horus y la realeza egipcia

Horus estaba muy vinculado con el concepto de la realeza. Creían que cada faraón era la manifestación de Horus en la tierra y que su derecho de gobernar venía directamente de esta conexión divina.

Había un título especial que se otorgaba a los monarcas, el de “Horus Vivo”. Así, incluían el nombre de Horus en su titulatura real. Este título legitimaba la autoridad de los reyes egipcios y los vinculaba con Maat, el orden cósmico y social.

La batalla entre Horus y Seth

La lucha entre tío y sobrino es una de las más épicas de la mitología egipcia.

Seth, tras asesinar a Osiris, toma el trono de Egipto. No conoce la existencia de Horus, ya que Isis, su madre, lo esconde y lo cría lejos de él.

En esos años, su madre lo protege, lo cuida y le enseña cómo ser un buen soberano. También se va preparando para vengar a su padre y recuperar el trono que le corresponde, cuando sea mayor.

Cuando alcanza la madurez vuelve para pelear con su tío Seth. El conflicto duró años y tuvieron enfrentamientos tanto físicos como de ingenio y resistencia, impuestos por los demás dioses. Incluso Seth intentó deshonrar a Horus para debilitar su reclamo al trono.

Una batalla fue famosa porque Seth arrancó el ojo izquierdo de Horus. Más tarde, Thoth lo restauró, dando origen al Ojo de Horus, símbolo de restauración y plenitud.

Ra, que presidía el tribunal divino, declaró finalmente vencedor a Horus y así recuperó el trono que le correspondía como hijo legítimo de Osiris.

El ojo de Horus: Simbolismo y uso

El ojo de Horus o Udjat, es un símbolo muy poderoso y reconocible de la mitología egipcia. Representa la protección, la sabiduría, la salud y la restauración.

Thot, que era el dios de la sabiduría curó y restauró el ojo que Seth arrancó a Horus, así que se simboliza la curación y el poder regenerador.

El símbolo del ojo de Horus o Udjat se utilizó muchísimo en amuletos, tumbas y templos. Creían que protegería a los difuntos en su viaje al más allá.

Incluso se utilizó en las matemáticas en el Antiguo Egipto, sus distintas partes representaban distintas divisiones del uno.

Los diferentes aspectos de Horus

Horus fue un dios que se representó de distintas formas, con diferentes significados.

Horus el Viejo (Heru-ur): Una versión primigenia del dios, vinculado con el cielo y el sol.

Horus el Niño (Harpócrates): Representado como un niño con un dedo en la boca, simbolizando su infancia y crecimiento con su madre Isis.

Horus de Behdet (Behedeti): Su parte guerrera, asociado con la victoria sobre el caos, cuando vence a su tío Seth y recupera el trono.

Ra-Horajty: Una fusión entre Horus y Ra, donde Horus encarna el aspecto solar del dios supremo.

El culto a Horus y su legado

El culto a Horus tuvo gran importancia en Egipto, especialmente en ciudades como Edfu, donde su templo sigue siendo una de las construcciones religiosas mejor conservadas del país.

No solo estuvo presente en Egipto, sino que su culto se extendió a la cultura helenística y romana, donde se le identificó con Apolo y otras deidades solares.

El legado de Horus sigue vigente hoy en día a través de su simbolismo en la cultura popular y en el uso del Ojo de Horus como emblema de protección y sabiduría.

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