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Marisol Solchaga

Egiptóloga

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La danza en el antiguo Egipto

Heródoto dijo que Egipto era un don del Nilo para explicar que esta civilización debe su riqueza y desarrollo gracias a la tierra fértil que dejaba cada año la crecida de este rio. Tanto es así, que los egipcios llamaban a su país Kemet, “la tierra negra”.

Hasta hoy nos han llegado las tumbas de sus reyes, como las pirámides, o los templos donde adoraban a sus dioses, como el de Karnak, más grande que el Vaticano.

Además de arquitectura funeraria y religiosa, a través de las representaciones iconográficas, su sistema de escritura y la cultura material, se puede conocer también cómo era su vida, su religión, profesiones, qué comían o cómo se divertían.

Sabemos, por ejemplo, que los antiguos egipcios celebraban festivales en honor a sus divinidades y que llenaban las calles y templos con incienso, color, música y baile. La danza estaba presente en todos los aspectos de la sociedad, había danzas específicas para la guerra, para ayudar en el nacimiento, las llamadas ‘danzas natalicias’,  danzas religiosas en honor a los dioses y danzas que se llevaban a cabo en  funerales.

Una de las primeras representaciones femeninas en posición de movimiento o baile es la figura hecha de cerámica del 3500 a.C. Representa a una mujer con los brazos en alto y una larga falda blanca.

Parece tratarse de una sacerdotisa bailando como parte de un ritual funerario o dedicado a un dios. Esta pieza es bastante anterior a las pirámides y define la importancia que el baile tendrá durante toda la historia de Egipto para realizar rituales y ofrendas a los dioses. Fue encontrada en un cementerio al sur del país.

07.447.502. Museo de Brooklyn

De todos los dioses de los que se componía el panteón egipcio, el baile estaba especialmente asociado a la diosa Hathor, que podría representarse en forma humana o con forma de vaca.

Era la diosa de la fertilidad, maternidad y también de la música. Por eso el baile era muy importante en su culto. Las bailarinas de esta diosa eran conocidas como Khener y se encargaban de cantar y bailar en los templos dedicados a Hathor.

Algunas de las tumbas de estas bailarinas han sido encontradas en Tebas, en el complejo funerario del faraón Mentuhotep II, ya que además de ser las khener de la diosa Hathor, eran también princesas.  Tenían tatuados los brazos con motivos romboidales hechos de puntos que les definiría como bailarinas de Hathor.

La diosa de la danza y música era también la diosa de la feminidad, por eso figuras de estas bailarinas, que se han encontrado en tumbas de nobles con el objetivo de que actuaran  en la eternidad, tienen muy acentuados sus atributos femeninos.

Paddle Doll. Metropolitan Museum. 31.3.35a.b

Es el caso de estas figurillas femeninas hechas en madera, conocidas como “paddle dolls” y encontradas en tumbas fechadas entre 2030 a 1802 a.C. en tumbas de Tebas, cerca de donde se encontraba el culto a la diosa Hathor.

La figura representa una bailarina con un collar y tatuajes similares a los que se han encontrado en las momias de las princesas. Al igual que estas, su función seria bailar en honor a la diosa.

Durante el Reino Nuevo (1550-1070 a.C.), periodo en el que, entre otros, reinó Tutankhamon, se encuentran representaciones de bailarinas en tumbas. Las escenas reflejan la vida privada del personaje a quien va dedicada la tumba.

Capilla de Nebamun. British Museum. EA37984

Es el caso de la capilla de la tumba de Nebamun que representa una fiesta con multidud de invitados amenizados por un grupo de bailarinas. Las jóvenes bailarinas se representan desnudas, llevando únicamente  joyas y la peluca característica de la moda de la época.

El baile estaba presente en todos los ámbitos de la sociedad egipcia, como disfrute y expresión religiosa.

Para los antiguos egipcios el baile era magia, que podía ayudar en el parto, en la guerra o a la hora de expresar devoción a la divinidad. Era también entretenimiento, en los banquetes que se hacían en los palacios rodeados de todo tipo de comidas y bebidas, como en las pequeñas casas de los campesinos construidas con adobe y palos de palmera.

5000 años después sigue siendo un elemento imprescindible en la sociedad.

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