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Patricia Beltrán

Profesora de danza

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Cuáles son los 6 principales miedos de salir al escenario y cómo superarlos

Reconozcámoslo, salir al escenario da vértigo. Mucho vértigo. Cada vez que se acerca el festival fin de curso de la Escuela las alumnas me dicen siempre que el escenario les impone mucho. A muchas les da nervios, miedo, estrés e incluso, a algunas, un pánico terrible.

Siempre les doy algún consejo para tranquilizar, estar más seguras y, si se pudiera, disfrutar sobre el escenario.

Yo lo entiendo perfectamente, mi primera actuación me hizo sufrir verdadero pavor durante semanas. Tenía claro que quería atreverme, pero tuve que enfrentarme a muchos de mis miedos de golpe. Algún día te contaré la experiencia.

¿Qué nos da miedo?

Vamos a hacer un repaso por los principales miedos a la hora de salir al escenario y así podremos ponerles solución.

1 – Quedarse en blanco

Este es sin duda el miedo número uno. Meses aprendiendo y memorizando una coreografía para que luego con los nervios no te acuerdes de nada. Los nervios pueden bloquearnos, pero podemos estar bien preparadas.

Qué hacer:

  • Prepara muy bien tu coreografía. Cuanto más asegurada tengas cada parte, más tranquila estarás. El miedo a quedarse en blanco es, en parte, por no tener la seguridad de saberse la coreo bien. Ensaya todo lo que puedas, te dará mucha seguridad. Delante del espejo y también hacia la pared. Practica en clase con tus compañeras, pero también en casa sola. Baila con y sin la música. Pruébala también con el traje, te ayudará a ponerte en situación.
  • Graba la coreografía y mira muchas veces el vídeo. En las clases se suele ir grabando la coreo para que podáis estudiar en casa, una vez tengas el vídeo del baile completo míralo varias veces cada noche antes de dormir. En ese momento estamos muy relajadas y el cerebro memoriza fácilmente las cosas. No creas que sólo cuenta como ensayo cuando bailas, el hecho de verlo también cuenta.
  • Repasa mentalmente la coreografía. Este también me gusta justo antes de dormir: ponte los cascos con la canción porque escucharás detalles que, si no, pasan desapercibidos y porque estarás más concentrada. Cierra los ojos y baila la coreografía mentalmente mientras la escuchas. Muy efectivo. Yo lo utilizo desde hace años, desde que leí un artículo sobre este tema. Decía que habían hecho un estudio en unos deportistas, comparando el efecto en sus músculos cuando hacían el deporte y cuando estaban quietos con los ojos cerrados haciendo lo mismo mentalmente. Descubrieron que había muy poca diferencia. Me pareció muy curioso y desde entonces lo uso y lo recomiendo. Está genial bailar de verdad todas las veces que puedas, pero no siempre se puede, así que este recurso está genial.
  • Si te sucede, no pasa nada. No te preocupes, que a todas nos ha pasado en algún momento, es muy normal. Mira a las demás para reengancharte a la coreografía y sigue como si nada. Es un momento de bloqueo que se pasa en cuanto mires a tus compañeras. En unos segundos estarás de nuevo bailando.

2 – Equivocarse en la coreografía

De pronto toca un desplazamiento a la derecha y te vas a la izquierda. No te preocupes, es muy probable que sólo te hayas dado cuenta tú. A pesar de que un error parezca grande, cuando se baila en grupo, muchas cosas pasan desapercibidas.

Qué hacer:

  • Sigue como si no pasara nada. Echa un vistazo para ver en qué paso están y sigue bailando. Intenta mantener la cara relajada y sonríe, porque se suele notar en la cara que algo ha pasado más que el error en sí.
  • No seas muy exigente contigo misma. Hacerlo perfecto es casi imposible, y hay que tener claro que es un festival fin de curso. No es un concurso y nadie va a juzgar tu actuación. Simplemente se disfruta de un día especial en el que se muestra a los familiares y amigos lo aprendido durante el curso. Por lo tanto, está permitido equivocarse. Si te cuelas en algún paso, no pasa absolutamente nada. Piensa en esto antes de salir al escenario y date el permiso de cometer errores para que puedas disfrutar. Si no, correrás el riesgo de desconcentrarte del todo si te cuelas en algún paso. Sonríe y continúa como si nada.
  • Recuerda que tus compañeras y tú estáis en el mismo barco, y que lo más probable es que todas metan un poco la pata en algún momento. Y no pasa nada, mañana saldrá el sol y la vida seguirá igual, no es grave.

3 – Hacer el ridículo

Esto no les pasa a todas, pero he querido incluirlo porque me parece interesante. Este miedo lo tienen sobre todo alumnas que tienen complejo con su cuerpo o creen que ya son mayores para salir al escenario. También puede ser que crean que lo hacen mal.

Qué hacer:

  • Hazte la siguiente pregunta “¿me gustaría salir a bailar?” La respuesta suele empezar así: ”A mí me gustaría, pero igual la gente piensa que soy demasiado…” ¿Y qué nos importa lo que piense la gente? No es relevante para nada, lo que vale de verdad es lo que tú creas y lo que a ti te haga feliz realizar. Además, hagas lo que hagas, siempre está el 50% de la gente que le parece bien y el otro 50% al que le parece mal. Pasamos la vida condicionados por lo que los demás piensen de nosotros. Pero la opinión de otros es de ellos, no nuestra. Quien se lleva esa idea, sea cual sea, es esa persona. Es, simplemente, asunto suyo.
  • Piensa en cómo te sentirás después. Prueba a imaginarte las dos opciones: 1) No te has atrevido a salir y vas de público a ver a tus compañeras, ¿cómo te sientes? 2) Has superado tu miedo y has bailado sobre el escenario, ¿cómo te sientes? Yo solo puedo decirte que, si te apetece, a pesar del miedo, salgas a bailar. Es un gran reto y te aseguro que al terminar todo habrá merecido la pena y te sentirás muy orgullosa de ti misma. Verás como la canción pasa tan rápido que tendrás ganas de bailarla otra vez. Y, de todas formas, en caso de que no te guste la experiencia, al menos habrás probado algo nuevo y diferente, no tienes nada que perder. Ser valiente para salir y bailar puede suponer un avance importante para ti y tu autoestima, así que anímate y verás esa maravillosa sensación al terminar.

4 – Que se suelte el traje

En el festival de este año ha pasado, una de las chicas pisó su falda un poco y se le soltaron los corchetes. La falda se cayó al suelo por completo. La coreografía seguía, y sus compañeras le miraban ojipláticas. Ella la recogió, la ató de nuevo y siguió bailando como si nada. Bueno, como si nada no, riéndose un poco. Las demás, al ver que se lo había tomado con humor, también se rieron. Hubo complicidad entre todas y lo recordaremos siempre como un momento divertido.

Esa es la mejor opción, si por casualidad te pasa, lo mejor es actuar con normalidad y seguir adelante.

Qué hacer:

  • Asegúrate de que tenga buenos cierres tanto la falda como el sujetador. Mejor gafetes antes que corchetes, es menos probable que se suelten. Si le pones más cierres a la cintura de la falda, mejor.
  • Asegura bien los tirantes del sujetador. Si los tirantes van al cuello, cóselos bien para que no se suelten al moverte. Si el tirante es de silicona ponle dos juntos, porque al coserlo se le hacen agujeros y se puede rasgar. También cuando tiene tiempo el elástico, se estropea y se rompe, no son muy fiables.
  • Pon silicona en la falda. Este es uno de mis mejores trucos, lo uso siempre. Para que no se gire ni escurra la falda yo siempre recomiendo poner silicona en la cintura en la parte de dentro. Puedes usar unos tirantes de silicona o cortar la parte con silicona de unas medias de liga. Te aseguro que la falda no se mueve ni un centímetro de sitio por mucho que te muevas.
  • Que el largo de la falda sea el correcto. A mí, personalmente, no me gustan nada las faldas cortas y procuro que me quede un poco larga para que cuando suba los talones no se vea feo. Pero ojo, porque si es muy larga es más probable pisarla y que se caiga. Prueba bien porque cada tipo de tela es diferente y asegúrate de encontrar tu medida ideal. Otro truco es dejar la parte de delante un poco más corta para evitar pisarla y detrás un poco más larga.
  • Ensaya muchas veces la coreografía con el traje puesto. Así es como vas a ver si todo está en su sitio, si es cómodo y si necesita algún ajuste. No lo dejes para el final porque en el escenario ya no tiene remedio.

5 – Bailar en un sitio desconocido

Pasamos el curso entero ensayando en la misma sala y el espacio en el que hay que bailar es completamente diferente. Se hace raro adaptarse a un sitio nuevo, sobre todo por las dimensiones, el tipo de suelo y los focos. Lo ideal es ensayar en una sala de proporciones parecidas para que no haya mucho cambio ese día, pero no siempre se puede. Ten en cuenta que el suelo de los escenarios suele ser un poco rugoso para que no resbale, así que los giros cuestan un poquito más. Y por último los focos, que parece que son algo sin importancia, pero depende de cómo estén puestos, deslumbran bastante, sobre todo las luces en las calles.

Qué hacer:

  • Ensaya en sitios diferentes. En la clase probar la coreografía hacia varias paredes diferentes, para no tener siempre las mismas referencias. Ensaya también en casa en distintas habitaciones y si puedes añadir otros lugares mejor. Si sólo bailas en la sala y mirando al espejo el cambio es muy grande y te puede desubicar por completo.
  • Baila descalza. Al escenario salimos descalzas, así que practica de la misma manera para estar acostumbrada. Solemos tener los pies sensibles y hay que acostumbrarlos a girar descalzos. Si además siempre bailas con zapatillas o calcetines los giros son más fáciles porque deslizan mejor, al descalzarte hay que coger más impulso para el mismo movimiento.
  • Ensaya en el escenario antes de la actuación. Ésta es la más importante, porque conocer el espacio da mucha tranquilidad. Normalmente se hace un ensayo general, lo ideal es que sea días antes para que haya tiempo de cambiar cualquier cosa en la coreografía. Yo suelo hacerlo dos semanas antes y me gusta subir a las butacas lo suficientemente lejos como para ver el escenario completo. Desde ahí cada grupo hace su ensayo y yo lo grabo. Así, visto de frente, veo si hay que hacer algún cambio de sitio o cualquier ajuste y estamos a tiempo. Es genial ver la coreografía completa y de frente, porque no tiene nada que ver con cómo se ve en clase. Cada vídeo lo paso a cada grupo para que todas las alumnas puedan ver cómo queda la coreografía y verse a sí mismas. Si vas a actuar a un festival y no hay ensayo general al menos busca un momento en el que el escenario esté libre y descálzate para pisarlo y calcular medidas de los desplazamientos. Eso como mínimo.

6 – Caer al suelo

Aquí pueden ser varias cosas, por ejemplo: caerse, tropezarse o perder el equilibrio. Nadie quiere que le sucedan estas cosas, pero no podemos tener todo controlado y los nervios pueden jugarnos una mala pasada.

Qué hacer:

  • Practica mucho los giros. Es el paso con el que es más fácil que nos sucedan estas cosas. Cuanto más práctica tengas, mejor será la técnica y menos probable que pierdas el equilibrio o tropieces. Como te he dicho antes, ensaya los giros al menos con la falda puesta para acostumbrarte.
  • Si te sucede, sonríe y sigue. Es posible que en algún momento te ocurra. No pasa nada, no tenemos que ser perfectas y un fallo lo puede tener cualquiera. Lo importante es que sepas seguir como si nada y continúes bailando con el nivel de energía bien alto.

En resumen, te diría que si te apetece bailar lo hagas, que a pesar de los nervios y del miedo, una vez que termina te sentirás de maravilla y muy orgullosa de haberte atrevido.

¿Has bailado ya sobre el escenario alguna vez? ¿Cómo ha sido la experiencia? Y, ¿qué cosas son las que te dan miedo de bailar en público?

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