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Patricia Beltrán

Profesora de danza

Publicado el 4 comentarios

10 Consejos para Bailar

Todas acudimos a las clases de danza con la intención de disfrutar y aprender, pero ¿hasta qué punto somos conscientes de todo lo que puede aportarnos? He preparado esta lista de cosas importantes para que el proceso de aprendizaje sea muy útil y te conviertas en la bailarina que deseas ser.

1. Aprovecha todos los beneficios de bailar

Bailar es una actividad física estupenda que te reportará bienestar a muchos niveles. Seguir los pasos a ritmo de la música, combinar cadera, tronco, brazos, manos y demás es un ejercicio de concentración que en muchos casos se convierte en una auténtica meditación en movimiento. Es un rato en el que te centras en ti misma y dejas afuera lo cotidiano y lo que te preocupa. Es importante que lo plantees así, ese rato es para ti, el resto del día ya estás pendiente del trabajo, la casa, los niños, la compra… y mereces un descanso para disfrutar de lo que más te gusta.

Comprobarás que al terminar cada sesión te sentirás activa y tranquila al mismo tiempo y verás como tienes menos charla mental.  🙂

2. Que el disfrute sea tu primera meta

No seas injusta contigo misma y no te exijas demasiado.

Sólo conseguirás frustrarte y hacer que el tiempo pase más despacio. Es estupendo si tu meta desde el primer día es convertirte en bailarina profesional, pero no olvides la sal de la vida, el ser capaz de disfrutar del proceso, de cada momento, de lo bien que se siente tu cuerpo moviéndose, del placer de escuchar la música, de la amistad que puedes hacer con tus compañeras…

Así que no tengas prisa, practica mucho en casa si lo que quieres es llegar lejos, pero siempre, siempre, disfruta.

3. Felicítate por los pequeños logros

Cada pequeño reto merece ser celebrado y hace que sintamos ganas de ir a por más. Cada movimiento tiene siempre tu dificultad, así que siéntete bien por cada logro, te dará más seguridad para ir adelante.

Hay pasos que te saldrán a la primera y otros más complicados que te llevarán, meses, años… no pasa nada! Esta danza no es muy complicada, pero hay combinaciones que para hacer bien tenemos que practicar mucho y también dejar al cuerpo que comprenda lo que queremos que haga.

No es que tengas un mal día, simplemente requiere más tiempo. Asegúrate de entender bien cada parte si no te sale, porque al menos si lo comprendes serás capaz de hacerlo en otro momento. Pero si no ves claro qué se hace con los talones o las rodillas para hacer un tres cuartos no lo conseguirás por mucho que practiques. Así que, primero asegúrate de entender y comprender para que el cerebro mande la orden correcta a cada parte.

4. No te saques defectos

Estás en una clase de danza, no es un concurso de belleza, ni necesitas un cuerpo perfecto, una edad ideal, un pelo estupendo… para poder llegar lejos con la danza.

Así que deja de juzgarte si tu físico no es el perfecto, porque sabes qué? Casi nadie lo tiene! Y quien lo tiene no le dura toda la vida… Así que disfruta, que es a lo que hemos venido. 😉

Una de las cosas más maravillosas de esta danza es que no hay un prototipo físico exacto como en otras danzas. La edad no es un problema para nada. Te voy a decir incluso más. Cuanto mayor es la mujer, más experiencias ha vivido, así que por lo general, es capaz de expresar sentimiento mucho mejor que una jovencita.

Si es cierto que las jóvenes suelen aprender la técnica más deprisa, pero tenemos todo el tiempo del mundo, y nunca, nunca, nunca es tarde para hacer lo que nos gusta y para perseguir nuestros sueños.

5. Compárate solo contigo misma

Algo muy común y desmotivador es compararse con las compañeras. Cada persona es un mundo, y siempre habrá alguien que consiga hacer las cosas con más facilidad.

Pero lo importante eres tú, tienes que ocuparte de ti, nada más. Tienes que compararte con lo que eras capaz de hacer ayer, hace una semana, hace un par de meses y con el día que empezaste a bailar. Está genial hacer esta vista atrás y así ser consciente de lo que has conseguido poco a poco.

Con el día a día no nos damos cuenta de la evolución que llevamos, pero echando la vista atrás lo vemos claramente. Felicítate por lo que hoy eres capaz de hacer.

6. Esfuérzate

No podemos olvidarnos que todo en la vida conlleva un esfuerzo, y quiero recalcar que es bueno esforzarnos, porque la satisfacción con el resultado es proporcional a la energía invertida.

Trata de practicar en casa sobretodo los movimientos en los que tengas más dificultad, trabajando el mismo tiempo con los dos lados de tu cuerpo. Si por lo general el lado izquierdo te cuesta más que el derecho, entonces empieza por el izquierdo. 😉

Haz conmigo un ejercicio. Cierra los ojos. Imagina que te regalan una casa. Se siente bien, ¿verdad? Ahora imagina que has trabajado mucho durante los últimos años y has conseguido por fin tener suficiente para comprarla tú mismo. Y llega el día y tienes por fin las llaves en la mano y estás entrando por la puerta, ¿a que ahora eres capaz de sentir el valor que tiene? No se siente bien, se siente absolutamente genial! Y la casa es la misma, pero la sensación de conseguir algo por nosotros mismos es muy satisfactoria, y nos hace sentir el valor.

Así que trabaja duro empezando por lo que más te cueste. Y no olvides los giros! No sé por qué se dejan para el final, quizá por la incómoda sensación de mareo al principio… el caso es que los giros son maravillosos porque dan a nuestras coreografías mucho dinamismo, nos mostramos más profesionales y además siempre quedan bien. 

Comprobarás que al terminar cada sesión te sentirás activa y tranquila al mismo tiempo y verás como tienes menos charla mental. 🙂

7. No te limites

¿Alguna vez te has mirado al espejo y has pensado o incluso dicho alguna de estas cosas? Jamás me saldrá, soy muy torpe, soy muy lenta, las demás aprenden antes que yo, me cuesta mucho aprender, estoy demasiado mayor o demasiado joven o demasiado gorda, o demasiado delgada o… ¿te suena verdad? Alguna de estas limitadoras frases vienen a nuestra mente en algún momento. No pasa nada, es normal. Éstas frases son simplemente pensamientos que pasan, pero nosotras mandamos en lo que pasa por nuestra mente. Es muy sencillo, simplemente reemplaza voluntaria y deliberadamente ese pensamiento por uno que de verdad sea útil. Así pues, en cuanto llega por ejemplo el famoso Qué torpe soy, al momento páralo y sustitúyelo por frases positivas de ese tema, como por ejemplo:

  • Cada vez soy más ágil
  • Aprendo con facilidad
  • Mi cuerpo entiende cada movimiento
  • Mis habilidades aumentan constantemente

No importa que al pensarlo no lo creas cierto, lo que hacemos al tener pensamientos conscientes es ir sustituyendo los negativos por positivos, para que poco a poco se vayan manifestando en nuestra vida. Es un proceso, no algo para hacer una vez y ya está, poco a poco irán sustituyendo estos pensamientos que te ayudan a los que te limitan.

Sólo nosotras nos limitamos, y sólo nosotras nos devolvemos de nuevo la libertad de ser quienes somos. Trátate bien, y ten pensamientos de ánimo y que transmitan fuerza. Utiliza las frases que le dirías a un niño pequeño que está dando sus primeros pasos para ti, con el mismo cariño, paciencia y ánimo. Por ejemplo:

  • Lo estás haciendo genial
  • La siguiente vez te saldrá aún mejor
  • Estoy muy orgullosa de ti
  • Me encanta verte progresar

8. Sé tu misma, no trates de imitar

Está bien que nos gusten y encanten varios de los maestr@s que vemos sobre el escenario, pero no debemos convertirnos en ellos. Es genial aprender de muchas diferentes personas y estilos, para tener un conocimiento mayor, subir nuestro nivel de técnica y entender el marco sociocultural de la danza. Es perfecto que nos guste mucho una bailarina en concreto, pero ojo, no es Dios, es una persona igual que tú y que yo, que simplemente ha dedicado muchas horas a profundizar en la danza y por eso ahora tiene ese nivel y estilo, nada más hay que nos separe.

Hay una tendencia a endiosar a las grandes, y parecemos olvidar que son personas igual que el resto. Aprende de diferentes estilos para completar tu formación, pero lo más importante es que busques tu estilo, tu esencia y muestres tu alma cuando bailas. Si intentas bailar como alguien concreto, estás privando al mundo de ver tu esencia, te conviertes en una copia y dejas de ser tú. El mensaje que estás mandando es algo así: “como no valgo suficiente por mi misma, tengo que parecerme a otra persona”. ¿Puedes verlo?

¿Cómo salimos de esta situación? Muy fácil: valórate, quiérete, admírate, felicítate y siéntete suficientemente valiosa. Ya eres valiosa y maravillosa por naturaleza, no necesitas parecerte a nadie. Baila sin visualizar a nadie concreto, improvisa y baila con el único fin de encontrar tu manera y tu forma. Crea tu estilo, personal, único y brilla por quien eres.

9. No tengas envidia

Es algo que nos parece natural y que todos hemos sentido alguna vez en mayor o menor medida. Eliminemos la envidia de nuestra vida cuanto antes, nos hace mucho daño. Pero nos hace daño a nosotros mismos, no a quien tiene lo que deseamos.

Hace tiempo leí un artículo sobre los tipos de envidia y de cómo en España, además de ser el defecto número 1, es diferente. Es realmente curioso y quiero compartirlo contigo.

Supongamos que el vecino se ha comprado un precioso coche nuevo, pues bien, fuera de España miran al vecino y la envidia que sienten es que ellos también quieren un coche nuevo. Aquí es diferente, miramos al vecino y deseamos que deje de tener el coche como sea, que se lo embarguen, que se lo roben, que se lo rayen… Si vemos a la vecina que ha adelgazado y ahora se pasea con un maravilloso cuerpo, en otros países se pondrían a dieta para conseguir lo mismo y aquí estaríamos esperando a ver cuando vuelve a ganar los kilos de nuevo…

La diferencia es si quiero tener lo que veo en otra persona que me gusta, o quiero que la otra persona esté como yo o peor. Creo que este segundo tipo es especialmente dañino y limitador para nosotros mismos.

La manera de atraer algo a nuestra vida es alegrarnos cuando vemos que lo consigue otra persona, porque en realidad debemos usarlo como lo que es, inspiración para nuestra vida, y darnos cuenta de que si alguien lo ha conseguido, significa que es posible y que también nosotros podemos lograrlo. Es un enfoque muy diferente y mucho más positivo.

Como dice la frase de Buda: Tener envidia o desear mal a alguien es como tomar veneno y esperar que muera el otro. A mi esta frase siempre me saca una sonrisa, ¿Suena tonto verdad? Pues es lo que hacemos con nuestras envidias secretas. Realmente cómo nos sintamos al respecto no afecta para nada al vecino, sólo nos afecta a nosotros. Gracias a Dios, aunque estemos en casa rabiando de envidia por el nuevo cuerpo de la vecina, no van a empezar a salirle lorzas de pronto!

Así que a partir de ahora, alegrémonos por los éxitos de los demás como si fueran los nuestros propios, porque es así como le damos cabida a esas experiencias en nuestra vida.

10. No te rindas jamás

Si realmente te gusta la danza y sientes ese gusanillo dentro, jamás tires la toalla. No importa que alguien te haya dicho que no vales para esto, que eres demasiado alta, baja, joven, mayor…. No importa si has ido a varios concursos y no te has llevado ningún premio. Esas cosas no importan en absoluto. Simplemente son opiniones de otras personas, y punto. Y la única opinión que cuenta, es la tuya.

Si realmente sientes pasión por esta danza, cree en ti, porque lograrás lo que te propongas. Hay muchísimos ejemplos de gente que durante muchos años tuvo que escuchar a otras personas decirles que jamás triunfarían, que ellos no servían para eso, y que mejor se dedicaran a otra cosa. Todos los que creyeron en si mismos, y no hicieron caso de esas opiniones externas, llegaron tan lejos como se propusieron.

Te voy a dar los nombres de varias de estas personas para que puedas buscar información e inspiración: Steven Spielberg fue rechazado 3 veces de la universidad, Albert Einstein no habló hasta los 4 años y no leyó hasta los 7 y sus profesores decían que era perezoso y con incapacidad psíquica. Thomas Edison fue expulsado del colegio con una nota que decía que estaba mentalmente enfermo y que no podían permitirle acudir más a la escuela. Fred Astaire fue rechazado de un casting diciéndole que no sabía actuar ni bailar. A Michael Jordan le dijeron en secundaria que no estaba en forma para estar en el equipo. Y Walt Disney fue despedido de un trabajo por falta de creatividad.

Para terminar quiero que leas también este maravilloso “Credo del optimista”, escrito en 1912 por Christian D. Larson en su libro Your Forces and How to Use Them. Guárdalo y léelo a menudo porque es maravilloso.

Prométete

Seré tan fuerte que nada pueda perturbar mi paz mental.
Hablaré de salud, felicidad y esperanza a cada persona que me encuentre.
Haré sentir a todos mis amigos que hay algo valioso en ellos.
Veré el lado resplandeciente de cada cosa y seré optimista sobre la vida.
Pensaré sólo en lo mejor, trabajaré sólo por lo mejor y esperaré sólo lo mejor.
Me sentiré tan feliz con el éxito de los demás como con el mío propio.
Olvidaré los errores del pasado y avanzaré proyectando un mayor logro en el futuro.
Llevaré una expresión alegre todo el tiempo y dedicaré una sonrisa a cada criatura viviente que me encuentre.
Invertiré tanto tiempo en mejorarme a mi mismo que no tendré tiempo de criticar a los demás.
Seré demasiado digno para preocuparme, demasiado benévolo para enojarme, demasiado fuerte para temer y demasiado feliz para preocuparme.
Pensaré bien de mi mismo y proclamaré esta realidad al mundo, no de palabra, sino con grandes hechos.
Viviré la fe de que el mundo entero está de mi lado, siempre y cuando sea leal a lo mejor que existe en mi.

Si te han entrado ganas de bailar, te animo a que eches un vistazo a mis cursos y coreografías online. En un par de minutos, ¡estarás disfrutando a tope de la danza oriental!

Para mi todos los puntos son importantes, pero sobre todo el 4, el 5 y el 10. Cuéntame, ¿Cuáles son para ti los más esenciales? ¿vives así la danza?

4 comentarios en “10 Consejos para Bailar

  1. Bárbara Ceballos

    Me ha encantado el post. He comenzado hoy a leer y por supuesto tenía que hacerlo desde el principio.
    Lo único que no me cuadra mucho son las referencias que comentas, son solamente masculinas. Y hay muchísimas mujeres, más que hombres, a las que les dijeron que no podían por el simple hecho de ser mujeres. Hasta Einstein, excluyó a su propia mujer y sin ella sus estudios no hubieran sido posibles, hablo de Mileva Maric. Y así, miles de ellas durante toda la historia.

    1. Patricia Beltrán

      Me alegro que te guste Bárbara. Y sobre lo que comentas es cierto, no me había dado cuenta que son todo hombres. Buscaré información sobre mujeres también para incluir, gracias por tu propuesta.

  2. Aisha

    Gracias, Patricia.

    Tus consejos son para bailar y también para vivir.
    Suscribo tus palabras, tan acertadas, totalmente.
    Creo que conviene leer ésto con frecuencia y asimilarlo.

    1. Patricia Beltrán

      Me alegro que te guste! Gracias por tu comentario.

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