Voy a darte mi opinión personal sobre la realidad de la danza oriental hoy en día. Tengo una clara posición al respecto de la que surge la que creo que es mi misión como maestra y bailarina.
Ojalá estés conmigo y me ayudes a aportar todos los puntos que sea posible para que la balanza se incline hacia un lado más digno.
Voy a empezar fuerte y directa al grano:
Mi misión es dignificar la danza oriental, ayudar a que ocupe el lugar que le corresponde, el lugar que merece.
Un lugar en el que se perciba como como arte a la máxima potencia, una danza elegante, y que sea digna de los mejores teatros.
A mí, la danza oriental me lo ha dado todo en la vida. No se trata solo de bailar y de un modo de ganarme la vida con algo que disfruto.
Se trata de una danza que llena el alma, que te trae rápidamente a tu centro, que te ayuda a trabajar –como pocas otras cosas- la autoestima.
Yo estoy tan agradecida por todo esto que me da, que siempre me he sentido en deuda con ella.
Un día, hace 2 o 3 años, mientras veía vídeos en Instagram, vi otro vídeo más de una bailarina en un club de noche en El Cairo bailando encima de la barra, con traje con muy poca tela y haciendo movimientos demasiado explícitos. Es decir, reduciendo esta danza al mero entretenimiento masculino.
Odio ver vídeos así donde la bailarina se degrada y donde convierte su danza en un show casi de público adulto masculino. Y me entristece ver esta realidad.
Y vídeos así, desgraciadamente, abundan en internet. La gente que no conoce esta danza desde dentro, entenderá que eso que ve es la danza oriental.
Entonces lo vi claro.
Mientras seguía viendo vídeos en Instagram, decidí con una fuerza enorme –como si la vida me apoyara o impulsara- que yo tenía que hacer todo lo que estuviera en mi mano para inclinar la balanza al otro lado.
Cada pequeño grano de arena suma para que la danza árabe se perciba como una danza de alto nivel, digna de los mejores teatros.
Aunque la labor de solo una persona pueda parecer insignificante en esta difícil tarea no me importa. Lo que esté en mi mano, lo haré, es mi forma de agradecer a la danza oriental todo lo que me ha dado.
¿Me ayudas a devolver a esta danza a un lugar digno?
Es tan fácil como ser consciente de la elegancia en todo momento, a la hora de bailar (con nuestros trajes y movimientos) y a la hora de enseñar.
La danza oriental es la danza más sensual del mundo, pero, tenemos que ser cuidadosas para no cruzar la fina línea que separa lo sensual de lo explícito, sexual o vulgar.
Esta danza tiene el nombre muy manchado. A lo largo de la historia, desde los harenes, se ha utilizado para seducir a los hombres.
Eso está ahí, es parte de la historia, pero tú y yo sabemos que esta danza es mucho más. Es arte en estado puro, es elegante y está a la altura de las grandes danzas.
Está en nuestra mano ir mejorando la imagen que se tiene de la danza árabe y podemos hacerlo bailando de forma digna y elegante.
Yo lo tengo muy presente; todos mis cursos y todo lo que comparto está orientado a esta misión.
¿También opinas que esta danza merece un lugar mejor, más digno y más elegante?
Entonces, únete a mí y juntas iremos sumando pequeños actos que ayudarán a mejorar la imagen que hay de la danza árabe.
Te leo en los comentarios: ¿te gusta la idea? ¿sientes también la misma frustración que yo cuando ves este tipo de vídeos tan explícitos?
Hola! Hasta ahora no había leído tu correo, sorry. Personalmente, cuando más me gusta esta danza es cuando veo a bailarinas que lo hacen elegante. Yo empecé a aprender en casa, con unos videos de Alejandra Weill, y me encantó precisamente por su elegancia. Tal vez eso fue también una de las cosas que me animó a hacer el curso contigo ;-). Al ser una cualidad que me gusta mucho en la danza, creo que no podría enseñarla sin olvidarme de esta faceta, ya que me parece imprescindible. Por lo tanto… me sumo gustosa a tal tarea!! Y gracias, Patricia por tu gran aportación <3.
Gracias Miriam por tu comentario. La elegancia es una cualidad magnífica para trabajar en nuestra danza, desde luego. Yo también me fijo más en las bailarinas elegantes, desde siempre. Ojalá juntas sumemos puntos en esta tarea de dignificar la danza árabe.
Yo también creo que hay que dignificar la danza oriental, pues como menciona Patricia, tiene muchos beneficios y como arte, es sanador. Leí hace mucho tiempo que los movimientos de esta danza son sanadores porque estimulan los chakras, si sumamos a eso el dejarnos llevar por la música, es como si nuestro espíritu bajara a bailar con nosotras.
Cuando veo vídeos donde se utiliza la danza de otra forma, lo dejo de ver y si puedo lo bloqueo o le doy a “no me gusta”, es importante cuidar este hermoso arte.
Tienes razón, podemos bloquear esas cuentas o darle a “no me gusta” como parte del plan para cumplir nuestra misión. Gracias por tu aportación, Alejandra.
Sí, es un estigma de la danza oriental. Después de ver muchos vídeos en redes durante años al final compruebo que las mejores y más experimentadas bailarinas son las que realmente dignifican la danza oriental. Casi siempre las más talentosas son las que hacen bien las cosas y las que aconsejan invertir más en formación y menos en trajes, maquillajes y postureo.
Así es, lo importante, es saber qué es lo importante. Gracias por tu aportación. ❤️