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Patricia Beltrán

Profesora de danza

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Mis coreografías para el festival 2021 – parte 2

En el post anterior, te hablé de los detalles de varias de las coreografías que he creado para mis alumnas de este último curso. Vamos con las que faltan:

El arcoíris

Idea: Siempre he querido crear una coreografía arcoíris, con 7 bailarinas, cada una de un color. Un  sueño desde que abrí la Escuela en 2006. Pero es muy arriesgado, si alguien se suma al grupo ya no cuadra, y lo mismo si alguien no puede bailar a última hora.

La idea seguía en mi cabeza y por fin la he hecho realidad. Con 7 alumnas en una de las clases del lunes, era el momento. Además, ¿qué era lo peor que podía pasar? Si alguien más se apuntaba en esa clase, le daría el color fuxia entre el rojo y el morado, y si alguien faltaba, sería un arcoíris de 6 colores. Más se perdió en Cuba y venían cantando.

Música: la coreografía tenía dos partes: primero, una parte con abanicos de leds arcoíris con una versión muy chula de Lamma bada. El escenario a oscuras, iluminado con los leds de los abanicos. Ha sido difícil porque estos abanicos son más largos de lo normal y pesan más por las luces. Si quieres bailar con abanicos con leds, elige mejor los de metro y medio de largo.

La segunda parte, y el plato fuerte, es una coreo para la canción Il areeb minak baed. Todo un reto por las combinaciones complicadas que preparé, pero con esfuerzo y trabajo, les ha salido muy bien.

El reto era mantener el arcoíris formado la mayor parte del tiempo, por eso no hemos podido haber muchos cambios de sitio. Me encanta hacer muchas figuras y cambios de sitio, pero esta vez había que sacrificar esta parte para darle protagonismo al arcoíris.

Vestuario: cada alumna tiene su traje de un color del arcoíris: sujetador y falda de nesgas con los laterales abiertos desde la cadera.

Ashley encontró una maravillosa tira de strass con todos los colores del arcoíris, perfecta para quedar bien con todos los colores y para unificar todos los trajes. La hemos utilizado para la falda, para decorar las copas del sujetador y como tirantes cruzados por la espalda, todo un acierto.

El inverno

Idea: Esta idea es una de las que tuve más claras desde el principio. Veía el traje, la música y la entrada al escenario.

Para mí el invierno es misterioso, sensual y potente. Enseguida visualicé una entrada con leones blancos, pero como iba a estar difícil conseguirlos tuve otra idea.

La entrada tenía que ser especial y rebosar misterio. Dos de las chicas estarían atrás a oscuras girando con las alas de leds mientras el resto iban entrando en fila y despacio, por delante. La gracia está en que las de delante llevan una capa larga blanca con capucha y están iluminadas solo por las alas de leds.

En cuanto entran todas las chicas y se colocan delante, justo coincidiendo con el final de la introducción de la canción, casi a oscuras, se quitan la capucha, sueltan la capa y la dejan caer al público.

En ese momento, el técnico va encendiendo poco a poco las luces, salen también las chicas de las alas de leds y empiezan a bailar. Ha sido la mejor entrada del festival.

Vestuario: Falda blanca de vuelo con dos capas, la de abajo, un satén brillante, y, por encima un tul de purpurina plateada. El cinturón y el sujetador están forrados de lycra blanca brillante con muchísimos cristales. 

Música: Elegí una canción con muchos cambios, necesitaba una entrada tranquila y enigmática, partes potentes y partes tranquilas. Como el invierno, misterioso, silencioso y enérgico.

Encajaba perfectamente. Como enseguida mis chicas la aprendieron, les añadí un pequeño solo de percusión después para completar la actuación.

La aurora boreal

Idea: Aquí la idea vino después del vestuario. No siempre es todo en el orden que debería, a veces, las casas se empiezan por el tejado. El caso es que teníamos el traje antes que la temática, y había que hacerlo encajar con la naturaleza.

Con los colores que tenía el traje – aguamarina y morado-  a Iranzu se le ocurrió que podría ser la aurora boreal. A todas nos pareció una idea fantástica.

Vestuario: Falda con corte sirena en color aguamarina, cinturón y sujetador de un color entre azulón y morado y velo de tres colores: blanco, aguamarina y azulón. El cinturón era un invento nuevo que se me había ocurrido: tela solo delante y detrás unidas por tiras de cristales en los laterales.

En mi cabeza quedaba perfecto, hasta que lo probamos unos diez días antes del festival.

La falda era preciosa pero el cinturón no le pegaba por ningún lado. Lo vi yo, y lo vieron todas las chicas del grupo. Quedaba muy feo. Como el velo tenía una parte blanca, probamos con falda blanca de vuelo y algo mejoraba, pero la forma del cinturón no sentaba bien a ninguna.

Decidimos tapar los laterales del cinturón también con tela y dejar los cristales solo como adorno, sin sujetar nada. Con eso, y con la modista que tenemos que vale su peso en oro (preparó las faldas blancas en pocos días) conseguimos el traje bien terminado.

Música: aquí también hemos tenido que recular. Quería una canción especial, alguna rutina quizá, para hacer una entrada vaporosa con el velo y luego bailar algo suave pero potente. Encontré la que me parecía ideal y al llevar poco más de la mitad de la coreografía, la cambié. Era demasiado rápida y más que ir bailando parecía que las chicas iban peleando con el velo.

Quedaba un mes para el festival, lo hablé con ellas, y decidimos cambiar de canción. Con todo lo que supone, empezar de cero la coreografía y tener que ensayar sábados y domingos enteros.

Cambié a otra rutina oriental, con mucho nay (siempre me siento atraída por las canciones que tienen mucho nay) y poco a poco le fuimos dando forma.

Costó porque no era para nada fácil la coreografía y porque el tiempo jugaba en nuestra contra, pero a pesar de todos los cambios por el camino, me encanta cómo ha quedado todo.

Ahora que ya has visto todas las coreografías cuéntame, ¿cuál te ha gustado más?

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