Por fin, este año, hemos podido hacer nuestro Festival de la Escuela en el teatro. En tiempos de covid no es nada fácil organizar un espectáculo, pero no quería dejar un segundo curso sin Festival a los alumnos.
Te prometo que ha sido retador, he tenido que dividir a los alumnos en dos grupos y hacer dos espectáculos la misma tarde. Súmale el aforo en el público que ha cambiado conforme han avanzado los días y tienes una combinación explosiva.
El día anterior, estaba tan sobrepasada que decidí quitar mi actuación. El traje nuevo preparado, la coreografía lista para estrenar en escenario y ¡todas las ganas que yo tenía! Pero algo tenía que quitarme de encima y era lo único de lo que podía prescindir.
Mis coreografías de este año son una forma de agradecer a la Tierra todo lo que nos ofrece, así que esa es la principal inspiración. Cada grupo tiene una temática relacionada con la naturaleza.
Te voy a contar los detalles de cada una de las coreografías: la idea, la música, el vestuario y algún dato curioso.
La primavera
Idea: como soy de finales de marzo, la primavera es mi estación favorita y no podía faltar. La vivo como una explosión de alegría y de vida. Así tenía que ser todo, lleno de vida.
Música: la canción se llama Layalina y la elegí porque transmite esa sensación perfectamente. Es súper alegre, dinámica y explosiva. Como la aprendieron rápido, tienen después una percusión cortita para terminar la actuación.
Vestuario: lo tenía muy claro, tenía que tener flores y ser de color verde. Llevan una falda de nesgas ajustada en la cadera y con vuelo abajo y abertura en una pierna. El sujetador y el cinturón está lleno de hojas verdes y orquídeas en tonos rosas y morados.
No quería estropear el look con una mascarilla quirúrgica, así que cada traje tiene su velo a juego cosido a una mascarilla. En este caso, de la misma tela verde que la falda.
Como son mujeres valientes, y este es su primer contacto con el escenario decidí incluir la entrada con velo (verde también) para que se sintieran más arropadas y fuera más fácil. Pero como ves, parece que lleven toda la vida haciendo esto, están como Pedro por su casa en el escenario.
El fuego
Idea: Para bailar un buen solo de percusión se me ocurrían dos temáticas: la tierra o el fuego. Cualquiera servía, pero veía más fácil diseñar un vestuario en rojo, creo que favorece más que los tonos marrones.
Música: la canción la tenía clara, una versión del tema de la película de Rocky. Una percusión súper potente, así que mejor encajaba con el fuego que con la tierra.
El fuego empieza lento y silencioso, necesitaba otra canción para combinar y empezar despacio desde el suelo. La idea quedaba preciosa, las chicas por parejas tumbadas en el suelo y levantándose espalda con espalda.
Hasta que lo probamos con la falda. Se veía más de lo que se quiere enseñar en el escenario… Una pena, pero tuve que sacrificar esa entrada misteriosa y lenta un par de semanas antes y hacer algo parecido estando ya de pie.
Vestuario: Rojo, por supuesto. Para las percusiones me gustan las faldas con flecos, en este caso todo rojo. La cintura y el sujetador tienen de color carne la parte de arriba, cambiando de color con ondas. Todos los cristales están puestos en forma de pequeñas llamas, e incluso el velo de la cara también.
Fondo: un interior de un templo en tonos neutros con dos estatuas con fuego. Ambienta perfectamente la coreografía.
Las sirenas
Música: Mi alumna Sara lo tenía muy claro: “Patricia, quiero bailar esta canción”.
Así empezó todo. Un curso incierto, un festival dudoso, pero chicas con ganas de todo. Sara quería bailar el tema Ya tabtab y yo no lo vi claro del todo.
Me gustan las canciones que se pueden “exprimir”, con muchos cambios y giros inesperados para poder sacarle partido y crear una coreografía chula.
Sin embargo, esa canción es más plana, sin mucha miga. Pegadiza, eso sí, pero plana.
La estuvimos probando un poco en clase para ver qué les parecía a las demás y poco a poco se me fueron ocurriendo combinaciones de pasos que me gustaban.
¡Nos la quedamos! Seguí montando la coreografía y, tengo que confesar, cada vez me gustaba más cómo iba quedando.
Como la aprendieron rápido les preparé otro trocito de la canción Ah w noss, también de Nancy Ajram, para seguir en la misma línea.
Idea: Tenía que encajar con la temática del festival, que sería la Madre Tierra . La Tierra tiene mares y los mares tienen sirenas. Y como un traje de sirena oriental es precioso, no tuvimos que pensar mucho más.
Para darle más sentido a todo, le puse un sonido de olas y gaviotas mientras las sirenas estaban sentadas de medio lado en el suelo moviendo el brazo libre.
A los pocos segundos, empezaba la canción, se miraban unas a otras extrañadas, se levantaban del suelo y empezaban a bailar.
Para terminar, como no, de vuelta al suelo, a la pose inicial y el sonido del mar de fondo.
Vestuario: traje de lycra en color aguamarina, con falda de corte sirena, con 5 nesgas desde la rodilla y la de atrás más alta para dar más libertad de movimiento. El sujetador con forma de concha en cada copa, dibujado con perlas y conchas. Una preciosidad.
P.D.: Sara sigue con Ya tabtab de sonido de llamada en el móvil.
En el próximo post te contaré los detalles del resto de coreografías. De estas, ¿cuál te gusta más?